Hoy cuando volvía de darme un paseo más que estupendo pese al frío, me encontré en el portal con una vecina, y mientras compartíamos el ascensor se me hizo irresistible preguntarle que ¿qué tal paso la navidad?, me miro y con un suspiro me dijo que bien, aunque estas fiestas son para “los niños” hummm… note cierta nostalgia en ella, empezó a comentarme que cuando era chica hacía esto y lo otro y más cuando vivía en el centro de Madrid … entonces le sonreí y le dije pues mire durante este “viaje” usted “volvió a ser niña”, se le había dibujado en el rostro una gran sonrisa, por lo tanto en unos minutos hubo Navidad, había magia en ese ascensor…..porque nuevamente había alegría nacida del corazón, por unos minutos todo, todo era posible……
Este encuentro me hizo recordar la “magia” que viví estas últimas tres navidades…. Y a partir de cosas muy sencillas por ejemplo:
Parte I
Para mi Madrid, está más bella que nunca durante estas fiestas de fin de año, tal vez siento de esta manera porque fue cuando la conocí por primera vez …. Recuerdo mis paseos por la Plaza Mayor, por Sol, por Gran Vía e incluso por pueblos como San Martín de Valdeiglesias, Piedralaves y siento y sentí algo así como Alicia en el país de las maravillas (“que todo es posible”), todo lo veía más iluminado, más grande, me sentía feliz solo caminando y viendo cual niño detrás del escaparate de una tienda de juguetes. Así que nada para mí ya es un regalo ver todo el despliegue de luces y adornos en las calles…me parece que aquel despliegue de luces me ayuda a iluminar aún más mi interior.
Este encuentro me hizo recordar la “magia” que viví estas últimas tres navidades…. Y a partir de cosas muy sencillas por ejemplo:
Parte I
Para mi Madrid, está más bella que nunca durante estas fiestas de fin de año, tal vez siento de esta manera porque fue cuando la conocí por primera vez …. Recuerdo mis paseos por la Plaza Mayor, por Sol, por Gran Vía e incluso por pueblos como San Martín de Valdeiglesias, Piedralaves y siento y sentí algo así como Alicia en el país de las maravillas (“que todo es posible”), todo lo veía más iluminado, más grande, me sentía feliz solo caminando y viendo cual niño detrás del escaparate de una tienda de juguetes. Así que nada para mí ya es un regalo ver todo el despliegue de luces y adornos en las calles…me parece que aquel despliegue de luces me ayuda a iluminar aún más mi interior.