Desde pequeña quedé impresionada con la belleza e historia de la ciudad de La Paz, y a medida que voy cogiendo años, me sigo quedando prendada con tantas particularidades que hacen de La Paz y su gente algo especial.
Trataré de citar algunas de estas particularidades:
La topografía de la ciudad.
El Illimani.
Sopocachi: “El Montículo”, “La Plaza España”.
Mi querido colegio San Calixto.
La Plaza Murillo.
La Perez Velasco y sus alrededores: punto de encuentro.
El Teatro Municipal.
La calle Jaén.
La feria 16 de julio en El Alto.
La calle de las brujas.
El mirador Laikakota.
Los micros, especialmente el número 2, la J.
Los minibuses y sus conductores temerarios.
La cholitas.
El Cementerio General.
El mercado Rodríguez.
Los comedores populares.
La Meseta de Achumani.
Los ricos helados de canela.
Los anticuchos de “Las Velas”.
El sándwich de chola de la casera de la final Saavedra.
Las caseras ambulantes de hamburguesas.
Copacabana: “El lago Titicaca”, “La isla del sol”, “El Calvario”, “La Catedral”, “Las caseritas de velas”
Coroico su clima sub tropical, la belleza natural, “El río Selva”.
Decido parar porque me hago consiente que esta lista sería interminable, en conclusión:
“Me encanta La Paz, y la quiero con todo mi corazón,
me siento súper orgullosa de ser parte de ésa bella ciudad”.
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